La gran obra maestra

     Anoche tuvimos el último juego nocturno ya que esta noche como fiesta de despedida tenemos las actuaciones libres en la que los chicos y chicas nos muestran todo su potencial tanto musical como contando chistes, por ejemplo, o cantando, bailando, con el diabolo... cualquier cosa que se les ocurra es bien recibida.

Y como es un campamento musical, quisimos que la última animación fuera muy suya.
Tuvieron que encontrar entre todos los elementos que formaban la partitura de una obra maestra, para después tocarla una persona de cada equipo.

Para conseguir los elementos tuvieron que pasar pruebas con unos personajes muy dispares, el cuarteto majareto, que nos hizo pasar una noche muy divertida.

Lo pasamos genial, y el final musical nos encantó.

La loca

     El detective Morrison y su ayudante Yanira de los Dolores, vinieron al Remolino buscando la ayuda de los niños y niñas para descubrir un misterio que acecha al pueblo de Cazalla desde hace años.

¿Qué le pasa realmente a la loca de Cazalla?
En años nadie ha sabido encontrar respuesta a su locura, pero estos niños y niñas tan ingeniosos fueron capaces de encontrar la realidad, después de entrevistar a distintas gentes del pueblo.

Y como nuestros remolineros/as al final siempre tienen razón, demostraron que muchas veces las cosas no son lo que parecen, y lo que todo el mundo necesita es un poquito de cariño.

Seguimos ensayando

Ya casi tenemos aquí el concierto.

Y cada tarde en el ensayo los profes intentan pulir las pequeñas cosillas que pueden mejorarse un poquito, para que mañana en el concierto todo suene estupendamente.

Seguro que sale todo estupendamente y disfrutamos de un día estupendo.

Taller de Alimentos

     En el taller de Alimentos estos días hemos aprendido las recetas de cosas riquísimas, desde un pisto hasta un bizcocho de cumpleaños.
También hemos recolectado frutos que ahora están en su punto, como los higos y las endrinas.

Una de las cosas que más nos ha gustado hacer han sido las cookies artesanas con topping de chocolate... ¡¡riquísimas!!

Y por supuesto el helado de mora que tan contentos nos comimos la otra noche.

Desde luego, el taller de alimentos, es de lo mejor!!