Esta semana ha sido la perfecta para hacer el Itinerario de la primera quincena de Agosto.
Tenemos a 23 chicos y chicas mayores de 13 años a los que les hacía muchísima ilusión irse de acampada y el grupo está tan unido que nos parecía perfecto que vivieran esta experiencia inolvidable.
Son muchos los momentos nuevos que el Itinerario les aporta, desde levantarse a las 5 de la mañana, ver salir el sol sentados en un lugar precioso,
compartir un camino con un paisaje inigualable,
darse baños divertidos en la ribera hasta ayudarse entre ellos/as en el camino.
Hay tantas cosas que aprender en el itinerario y tanto de lo que disfrutar que al día siguiente llegan cansadísimos a casa, pero la experiencia vale la pena.
Poder realizar actividades así en un marco tan bonito como el que nos rodea es algo que no se da en muchos lugares, por eso creemos necesario que cuanto más puedan absorber y disfrutar mejor.
Cuando nos sentamos y programamos el Itinerario nos proponemos cumplir muchos objetivos como el que valoren el espacio natural, que aprendan a ser responsables ante el medio ambiente, conocer diferentes aspectos de la naturaleza durante el recorrido, o el trabajo en grupo, la cooperación y el respeto...
Pero uno de los objetivos más importantes que nos marcamos es que disfruten con la experiencia y que valoren el disfrutar de su propia compañía, que aprendan otras formas de divertirse fuera del ámbito en que se mueven día a día.
Y creemos, que sus caras llenas de sonrisas aun con todo el cansancio acumulado, cuando vuelven al Remolino, nos lo dicen todo.
Esperamos que sean capaces de almacenar estos momentos en sus maletas de recuerdos y que los acompañen para siempre.