Por las mañanas antes de hacer cualquier taller nos gusta estirar al fresquito del tótem.
Cogemos una cuerda imaginaria y tiramos de ella hasta levantarnos, estiramos los brazos, damos saltos, cabeza arriba, cabeza abajo y... abrazo mañanero para empezar bien todas las actividades que los monitores/as nos tienen preparadas.
Así da gusto empezar el día.