Ayer vino el herrador para cambiarle las herraduras a una de nuestras yeguas, Negrita.
El herrador nos explicó que el casco del caballo crece permanentemente a un ritmo de casi 1 cm al mes.
La herradura sirve para protegerle los cascos de golpes y desgastes ocasionados por el suelo, además se le adaptan distintos tipos de herradura para diferentes terrenos y deportes.
Siempre y cuando el herrador sea bueno en su trabajo, herrar no les dolerá ni un poquito, igual que cuando nos cortamos las uñas, si cortamos bien, no duele nada, si nos pasamos, nos duele un poquillo, y este hombre lo ha ha debido hacer estupendamente porque Negrita no se ha quejado ni un poquito y lo ha dejado trabajar muy bien...
Si es que nuestras yeguas son buenísimas!!!
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