A esta casa suelen acudir muchos personajes fantásticos llenos de alegrías e historias extravagantes, y bueno... las hadas que aparecieron por aquí la otra noche, no fueron menos.
Vaya dos personajillos... llevaban fatal los deberes del verano e intentando hacer un conjuro para pedir un deseo a la brújula mágica, les salió mal la jugada y terminaron escondiendo la brújula a saber dónde...
Menos mal que nuestros chicos y chicas ya están acostumbrados a tratar con esta clase de percances y fueron capaces de ayudar a las dos haditas a recuperar la brújula mágica.
Como compensación por haberlas ayudado las hadas dejaron que los remolineros y remolineras pidieran un deseo a la brújula y los obsequiaron con un regalito riquíiiiisimo para antes de irse a dormir.
¡Ay que despistadas son estas hadas!
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