Hay muchos estudios que dicen que si queremos que los peques de la casa prueben diferentes sabores y texturas, lo que mejor funciona es involucrarlos en la cocina, que usen sus manos, que vayan probando y experimenten.
Y desde nuestra experiencia solo podemos deciros que sí, que sirve, que les encanta probar todo lo que hacen, que no hay mejor manera de eliminar la creencia de que una comida no nos gusta o nos da "asco" que dejar que toquen, prueben y se sientan parte del proceso, por eso el taller de transformación de alimentos es uno de los que más les gusta y del que más contentos salen cada vez que les toca hacerlo.
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