Lo primero que se le viene a la cabeza a la mayoría de la gente cuando hablamos de trabajo en el huerto es calor, cansancio, un trabajo duro, al sol, sacrificicado...
Y muchas de esas cosas son verdad, a nuestros chicos y chicas les decimos que en la mayoría de los casos, el trabajo en el campo no está bien pagado ni valorado...
Pero siempre los animamos a experimentar lo mejor del trabajo en el huerto, las recompensas, y es que la Tierra siempre ha sido muy amable con el ser humano, aunque a veces no nos portemos muy bien con ella, y sabe devolvernos multiplicado todo lo que le damos, por eso si dejas tanto esfuerzo en trabajar el campo tendrás la suerte de recibir a cambio, lo mejor que nos puede dar, sus frutos.
La recolección siempre termina con sonrisas en la cara, con preguntas, dudas y con ojos de satisfacción, porque recolectar, tú mismo, el trabajo que realizas no tiene comparación.
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