La otra noche nos volvimos medio locos en esta casa, y es que decidimos que era la noche del disfraz, y por un lado, los chicos tendrían que disfrazarse de chicas y las chicas de chicos, pero no contentos con eso solo, decidimos que los más peques de la casa hiciesen también algo especial.
Normalmente dos noches por semana, los más mayorcitos se disfrazan en los juegos nocturnos y les hacen las pruebas a los demás, pero como quisimos hacer algo especial, disfrazamos a los más peques... y no solo se emocionaron ellos al disfrazarse y tener un papel tan importante en el juego, si no que los que iban llegando a las postas y veían a los más peques disfrazados, hacían las pruebas encantados al ver lo monísimos que estaban.
Fue una noche súper divertida!!!
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