La noche del Itinerario, como solo estábamos los más pequeñines de la casa, hicimos un juego diferente, un juego que todos conocemos pero que muchos olvidan lo divertido que puede ser jugar a él.
Jugamos a... ¡¡la Oca!!
Una niña nos enseñó que los juegos tradicionales también pueden ser divertidos y que si encima los modificamos para mejorarlos todavía mejor.
Así que jugamos... a la Oca ¡¡en grande!!
Con un tablero grande, un dado gigante y por grupos pasando pruebas.
Fue divertidísimo, lo pasamos genial y ya estamos deseando repetir.
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