Fue un día de muchas emociones, a lo largo del día a parte de ir recogiendo las maletas, las habitaciones, hacer limpieza general de los talleres y cuestionerios y asambleas de despedidas, nos vamos dando cuenta de que la estancia en el Remolino se nos está acabando un año más, pero a la vez intentamos disfrutar de lo que queda al 100%.
Ese día la cena es muy especial, los chicos y chicas más mayorcitos preparan la chopera para la gran cena, sacan todas las mesas y bancos fuera y cenamos todos al aire libre, monitores y monitoras incluidos. Es una gozada disfrutar del fresquito mientras nos comemos la hamburguesa.
Tras recoger todas las mesas y bancos, comienzan las actuaciones, en esta ocasión nos quedaban por ver las actuaciones de tres talleres:
Paloma y sus niños y niñas de circo nos divirtieron con sus cariocas y payasos.
Los chicos y chicas de decoración con Monte, nos entretuvieron entre actuaciones y pusieron el patio precioso para la ocasión.
Con la monitora Mila y sus chicos y chicas de percusión disfrutamos muchísimo, fue increíble!!
Y para terminar los niños y niñas de Teatro Negro y el monitor David volvieron a sorprendernos gratamente.
Las actuaciones fueron estupendas pero el acabar la noche bailando y cantando con los compañeros y compañeras con los que habíamos convivido mínimo una semana fue lo mejor, las emociones se multiplicaron y no queríamos que acabara la noche.
En lo único que podían pensar mucho cuando los monitores y monitoras se despidieron en las escaleras del patio, antes de irnos a la cama, era en que ya quieren volver el año que viene!!!
Desde El Remolino os mandamos muchos besitos y esperamos volver a veros el próximo año!!!
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