En el Remolino cada espacio lo convertimos en un aprendizaje y el comedor no podía ser menos.
La filosofía que nos acompaña en cada una de nuestras actividades coloca a los niños/as como protagonistas de su propio aprendizaje, por eso en el comedor cada día, nombramos a un grupo de camareros/as del día, y estos/as ponen las mesas, sirven a sus compañeros/as y ayudan a recoger.
Les encanta ser camareros/as por un día y aprenden casi sin darse cuenta, autonomía, empatía con los compañeros/as, confianza en sí mismos, satisfacción por lo que hemos logrado y sentirse útiles y respetados/as.
Así la comida sabe mucho más buena 😉
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