La inteligencia emocional se define como la habilidad de identificar, comprender y regular las emociones propias y las de los demás, aportando múltiples beneficios para nuestra salud mental y rendimiento personal.
Este año, desde el Remolino, hemos querido apostar por este taller, desde el que trabajar las emociones, ya que creemos firmemente que los niños y niñas emocionalmente inteligentes gozan de un mayor bienestar mental y una personalidad más fuerte y lista para las adversidades.
Mirar hacia dentro, conocerse, conocer la realidad que nos rodea, son puntos clave para sentirnos cómodos y ser capaces de avanzar ante los retos que nos propongamos.
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