Aprender de nuestros animales, pasando tiempo con ellos, conociéndolos de primera mano, usando todos nuestros sentidos para enfocarnos en sus cuidados y necesidades, esa es la mejor manera de aprender.
Los chicos y chicas que vienen de campamento siempre dedican algunas mañanas al contacto directo con todos nuestros animales.
Los conocen y preguntan todo lo que se les ocurre, porque no hay mejor manera de activar la mente que tener algo delante e interesarnos por ello. Y justo eso es lo que ocurre cuando nuestros remolineros/as conocen a la vaca Paquita, a los cochinos, al conejito, las gallinas, las ovejas, los caballos...
¿Dónde duermen? ¿Cuánto comen? ¿Se bañan? ¿Ese sonido qué es?
Y así, tantos y tantos detalles que a nosotros nos encanta transmitirles.
